Un equipo de científicos británicos ha detectado la existencia de un Agujero Negro con una masa superior en 500 veces a la del sol en la galaxia ESO 243-49, un revolucionario descubrimiento que prueba que los agujeros de “masa intermedia” son una realidad.
Este avance, publicado hoy en la revista científica británica Nature, aporta la primera prueba empírica de la existencia de este tipo de agujeros negros, que han sido objeto de controversia entre los astrónomos durante los últimos años.
Hasta ahora, había pruebas de agujeros negros de masas inferiores a 100 veces la del Sol, que surgen como resultado de la explosión de estrellas gigantes.
Del mismo modo, también había evidencia de que existen agujeros negros “súper masivos” cuya masa es millones de veces superior a la del sol y se ocultan en el corazón de muchas galaxias, incluyendo la vía Láctea.
Sin embargo, los expertos se han preguntado durante mucho tiempo si es posible que existiera un agujero negro de tamaño medio, ni tan pequeño ni tan grande como los observados.
Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Leicester (Reino Unido) dirigido por Sean Farrel ha observado una señal ultraluminosa de rayos X desde la galaxia ESO 243-49 que, en virtud de los análisis efectuados, hospeda un agujero negro con una masa 500 veces superior a la del sol.
Este avance, publicado hoy en la revista científica británica Nature, aporta la primera prueba empírica de la existencia de este tipo de agujeros negros, que han sido objeto de controversia entre los astrónomos durante los últimos años.
Hasta ahora, había pruebas de agujeros negros de masas inferiores a 100 veces la del Sol, que surgen como resultado de la explosión de estrellas gigantes.
Del mismo modo, también había evidencia de que existen agujeros negros “súper masivos” cuya masa es millones de veces superior a la del sol y se ocultan en el corazón de muchas galaxias, incluyendo la vía Láctea.
Sin embargo, los expertos se han preguntado durante mucho tiempo si es posible que existiera un agujero negro de tamaño medio, ni tan pequeño ni tan grande como los observados.
Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Leicester (Reino Unido) dirigido por Sean Farrel ha observado una señal ultraluminosa de rayos X desde la galaxia ESO 243-49 que, en virtud de los análisis efectuados, hospeda un agujero negro con una masa 500 veces superior a la del sol.
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